En marzo de 2020, inevitablemente, las plantillas se trasladaron de la oficina a sus casas, redescubriendo el mundo del teletrabajo y llegando a unos porcentajes nunca vistos. Hoy, más de un año después, muchos trabajadores no quieren estar todos los días trabajando en remoto, sino que prefieren volver a las oficinas después de tantos meses fuera de ellas.
¿Es mejor quedarse en casa o volver a la oficina?
Aunque el teletrabajo permitió que las oficinas y empresas no parasen durante el peor momento de la crisis actual, este modelo remoto también conlleva ciertos inconvenientes.
Diversos estudios demuestran que los trabajadores quieren volver a sus puestos de trabajo, al menos de manera parcial. Esto supone el auge de las oficinas híbridas, que combinan un modelo presencial y un modelo remoto, permitiendo quedarse con lo mejor de ambos.
Razones por las que los trabajadores quieren volver a la oficina
Algunas de las razones de querer abandonar el teletrabajo y volver a la oficina son:
Mayor socialización e interacción en la oficina:
El trabajo en equipo es imprescindible para conseguir una plantilla eficiente y satisfecha. Charlar con tus compañeros de mesa, preguntar dudas y resolverlas, compartir impresiones, o incluso tomar un café, son acciones que se pierden cuando no se acude diariamente a la oficina. Además, desde casa, muchas veces no tenemos acceso a todo el material físico que se encuentra en el lugar de trabajo.
El trabajo remoto conlleva en muchas ocasiones un enfriamiento de las relaciones, ya que pueden pasar semanas enteras sin que los trabajadores se vean en persona y se produzca un mayor aislamiento social.
Menor dependencia de la tecnología:
Aunque son de gran ayuda, la mayoría de los empleados opinan que las reuniones online nunca podrán sustituir a las presenciales. Aunque las videoconferencias resultan muy útiles, presentan ciertas desventajas respecto a las reuniones en la oficina: fallos de red, conexiones inestables, no ver a la persona cara a cara, carencia de ambiente social…
En persona es más fácil captar la atención del receptor, generar más confianza, nos podemos ayudar del lenguaje corporal para comunicarnos o incluso la reunión puede derivar en otra más informal al acabar la misma.
Salir de casa:
Otra razón viene dada por el hecho de estar en casa las 24 horas del día y no tener un espacio adecuado para ello. No siempre es fácil tener una habitación libre para que uno, dos o más miembros de la familia teletrabajen, así como tampoco es habitual contar con mobiliario necesario e idóneo.
Además, acudir a la oficina también nos permite interactuar en el entorno en el que se encuentra, como cafeterías y comercios cercanos.
Razones de salud:
Consecuencia de estar en casa toda la jornada, la salud se ve perjudicada en cierto modo frente a acudir a la oficina. Estar encerrado en la misma habitación puede suponer la pérdida de la rutina y disciplina que conlleva ir a la oficina: menos control de los horarios, sedentarismo, poca exposición solar, falta de aire exterior…
Entonces, ¿cuál es la solución para volver a la oficina?
Ante todo lo anterior, la solución parece clara: el futuro es la oficina híbrida. Un modelo que permite adaptarse a la nueva normalidad, donde los empleados tienen libertad de elección: pueden trabajar en remoto o hacerlo desde la propia oficina. Esto permite un equilibrio entre la vida laboral y la vida personal, que deja al trabajador que organice su tiempo de la manera que más le convenga, derivando en más productividad.
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Fuentes imágenes: Pexels, Freepik, Unsplash