Cuando decidimos hacer algún cambio en la oficina o directamente nos disponemos a confeccionar un nuevo espacio de trabajo desde cero, debemos intentar cumplir con una serie de objetivos:
-Un diseño acorde con nuestra filosofía
-Conseguir una funcionalidad y operatividad optima del espacio.
-Mejorar las condiciones de los trabajadores en la oficina.
Esta última, resulta un aspecto importantísimo para mejorar la productividad y el rendimiento de la empresa. Como hemos comentado en multitud de ocasiones, la comodidad del trabajador en su puesto de trabajo hará que puedas desempeñar su actividad de una forma más confortable y placentera mejorando su concentración.
Además, si no cumplimos con este firme propósito de favorecer la necesidades del trabajador en la oficina, este pude desarrollar enfermedades y lesiones graves provocadas por diferentes aspectos que incidan negativamente en su salud durante las horas de trabajo.
Para que cumplas con esta premisa fundamental, te vamos a mostrar las características que debe tener tu oficina para convertirla en un espacio responsable con la salud de tus trabajadores.
Cada trabajador tiene características física distintas, por lo que es importante ofrecerles mobiliario ergonómico con capacidad de regulación para que cada uno pueda adaptarlas a sus necesidades. Mesas y sillas ergonómicas de oficina, permiten luchar contra posibles lesiones sobretodo de espalda y articulaciones, las cuales pueden agravarse bastante con el tiempo.
Utiliza una iluminación adecuada, aprovechando en la medida de lo posible la iluminación natural. Evita una sobrexposición de luz o por el contrario, la carencia de la misma en los puestos de trabajo. Una mala iluminación causará fatiga y cansancio en los trabajadores disminuyendo su rendimiento. Además, también pude causar malestar en la vista pudiendo causar problemas de visión a largo plazo.
La temperatura es otro factor causante de enfermedades. Un ambiente demasiado fresco, traerá consigo resfriados y problemas en las articulaciones. Por otro lado, un exceso de calor provocará sensación de letargo y adormecimiento.