Cargando...Si hablamos de producción de carpintería lo habitual es que lo primero que se nos venga a la cabeza sea la madera, ya que es el material tradicional por excelencia asociado a este oficio. Sin embargo, en los últimos años el oficio de la carpintería ha ido evolucionando, adaptándose a los tiempos tanto en el tipo de productos que se fabrican como los materiales empleados.
Desde nuestros talleres de carpintería a medida, hoy nos hacen una pequeña introducción a los diferentes tipos de materiales que se utilizan en carpintería para fabricar mobiliario para oficinas y locales, para construir mamparas…
¿Quieres convertirte en un experto? ¡Quédate a leerlo!
Las bases de la carpintería: soportes y acabados.
Empezamos este post del material número 1 de la carpintería: ¡la madera! Y es que, aunque la técnica haya evolucionado y explorado nuevos materiales, la madera sigue constituyendo el más utilizado y conocido. Ya os lo contamos hace tiempo, ¡la madera nunca pasa de moda! Además, la madera es un material muy flexible, que puede trabajarse en diferentes formas, aprovechando al máximo todos sus recursos.
Soportes.
El soporte es la base sobre la cual se trabaja la madera, sobre el cual se colocará el acabado. Existen diversos tipos de soporte, en función de cómo se obtienen y la parte de la madera que se utiliza para su fabricación.
Aunque existen múltiples soportes, podemos hacer una división en dos categorías: naturales e industriales. Los primeros se caracterizan por estar fabricados exclusivamente en madera, mientras que los segundos se mezclan con otros materiales sintéticos para obtener resultados diferentes.
Soportes naturales.
Dentro de los soportes naturales, tenemos el macizo, que es un bloque de madera único, lo que lo convierte en uno de los más costosos. Si bien se trata de uno de los más conocidos y utilizados, ha caído en desuso en los últimos años, quedando relegado su uso a mobiliario noble o de exteriores.
El alistonado es un soporte formado por tiras de madera maciza unidas mediante adhesivos especiales, aportando mayor estabilidad al tablero, ya que la madera es flexible y puede ver su forma modificada de forma involuntaria como respuesta a las condiciones externas. De esta forma, el soporte se vuelve más sólido y rígido.
Después encontramos el contrachapado, que está formado por varias láminas de madera maciza, de un tamaño aproximado de 1 milímetro. Estas láminas se unen con adhesivo con las vetas entrecruzadas; es decir, cada lámina va en la dirección opuesta a la anterior y a la siguiente, lo que aporta mucha más estabilidad. Además, estos soportes aguantan muy bien el agua y el calor.
Por último, encontraríamos el OSB, un tablero formado por virutas de madera prensadas. Aunque su uso no es mayoritario, aportan mucha estabilidad y resistencia, y son uno de los soportes más económicos del mercado.
Soportes industriales.
El más conocido de los soportes procesados es el aglomerado, que supone la base más económica que existe, ya que se crea utilizando los restantes de madera unidos con adhesivos para, posteriormente, prensarlo para obtener el bloque sólido. Al no ser estéticamente agradable, siempre se utilizan revestimientos y acabados, y se tapan los cantos usando PVC.
El MDF o DM es muy similar al aglomerado, pero en lugar de residuos se utiliza directamente polvo, creando una masa homogénea. Una característica de este tipo de tableros, igual que con el aglomerado, pueden fabricarse como hidrófugos o ignífugos.
Después encontramos el Supermpan, que consta de un núcleo de aglomerado y dos caras de MDF, que dan un acabado mucho mejor, sobre todo a la hora de revisar el corte. También está el Fibracolour, un tablero MDF de colores.
Dentro de otro tipo de soportes más industriales, encontramos el Compacto – HPL, o fenólico, que se forma utilizando capas de papel muy fino, pegadas mediante resinas y otro tipo de adhesivos, a las que se aplica presión y temperatura para obtener el resultado final. Su espesor es mínimo, por lo que habitualmente es necesario utilizarlos en conjunto con otro tipo de soporte.
Por último, podemos hablar de otros dos soportes que no utilizan madera para su fabricación, como son el Solid Surface, fabricado utilizando superplásticos, y el Viroc, para el que se usa fibrocemento. Junto con el Compacto, son tres soportes muy estables y resistentes.
Acabados.
Los acabados son la parte más estética de la carpintería, aquello que vemos “desde fuera”. Por ello, es muy importante seleccionar el acabado que mejor se ajuste al proyecto, no solo en cuanto a precio o resistencia, sino también a colores y formas.
Existen diferentes tipos de acabados: algunos más simples y naturales como pueden ser los aceites o los barnizados; y otros más complejos y que requieren de un trabajo más técnico. Entre los segundos podemos encontrar una amplia variedad, aunque los más comunes y económicos son aquellos basados en melanina. Los acabados de melanina pueden encontrarse en combinación con soportes de aglomerado o de MDF, y aunque son de fácil manipulación, no suelen tener una gran resistencia.
Por otro lado, podemos encontrar otros más industriales, y que usan los mismos materiales que algunos de los soportes que mencionamos anteriormente: Fibracolour, Compacto – HPL y Solid Surface. Este tipo de acabados tienen un precio más elevado y son mucho más difíciles de conseguir, debido no solo a su resistencia (muchos son ignífugos e hidrófugos) y duración, sino a la variedad de formas y colores que se pueden trabajar con ellos.
Conclusión.
No cabe duda, después de este post, que el mundo de la carpintería va mucho más allá de juntar tablones de madera. La evolución de las técnicas y tecnologías aplicadas a este oficio, ha permitido que se mantenga como uno de los pilares básicos de cualquier proyecto de reforma o equipamiento.
Fuente de las imágenes: Unsplash, Freepik e Imágenes Propias
Ahora que conoces todo sobre el mundo de la carpintería, ¿crees que es justo lo que necesitas para tu proyecto de reforma?