Está claro que del pasado al presente del diseño de oficinas hay enormes diferencias. Más allá de la decoración y el estilo de los muebles, se evidencia la nueva concepción de los entornos de trabajo: la creación de espacios donde se trabaja y se convive.
Es decir, es una evolución de forma y también de fondo, dando lugar a espacios donde se apuesta por el trabajo en equipo, se fomenta la comunicación y la creatividad y donde la funcionalidad es la clave para trabajar más y, sobre todo, mejor.
Diseño de oficinas a través del tiempo.
Si echamos la vista atrás, comprobaremos que el diseño de oficinas de la actualidad nada tiene que ver con el de otras épocas: los ordenadores se han abierto paso ante las máquinas de escribir, las montañas de papeles en las estanterías ya son cosas del pasado, lo archivadores desordenados y rebosantes cada vez se ven menos…
Es más, incluso en la paleta de colores se reflejan estos cambios: el espíritu de las oficinas de hace décadas no salía de la gama de negros, grises y blancos, mientras que en la actualidad el color, la alegría y el confort se han instalado en el diseño de oficinas, consiguiendo espacios donde da gusto trabajar.
¿Nos acompañas a descubrir estos cambios? ¡Vamos!
¿Dónde se reflejan estos cambios? ¿En qué se notan? ¿Cómo influye el diseño de oficinas?
Hasta la actual idea de oficinas modernas ha habido décadas y décadas de ausencia de chispa, esa que ahora, gracias a un renovado y cuidado diseño de oficinas, crea espacios asombrosos y que personifican la cultura de esa empresa.
Color: la escala de grises se amplifica en paletas multicolor.
Aunque es cierto que muchas de las imágenes de otras épocas están en blanco y negro, lo cierto es que las oficinas antiguas no distaban mucho de esos colores. La oficina era un espacio demasiado serio, por lo que su caracterización y diseño debía mostrar esa idea.
Las oficinas no tenían una personalidad especial, ya que en su mayoría eran espacios pintados de tonos oscuros como el gris y el marrón donde todo parecía estar en su sitio y el cambio parecía una osadía.
Actualmente no es así. El diseño de oficinas ha configurado un cóctel de tonalidades donde los “básicos” (blanco, negro y gris), actúan como base para destellos poderosos en verdes, amarillo, rojo, naranja y otros muchos tonos. El color activa las emociones para dar lo mejor de nosotros mismos como profesionales: amarillo para vitalidad, azul para productividad, verde para creatividad…
¿Quién no querrían trabajar en un lugar donde el ambiente ayude a concentrarse o a ser más feliz?
Mobiliario: de la madera a la diversidad de materiales.
Tradicionalmente, el mobiliario se fabricaba en madera, teniendo como centro conceptos hoy olvidados: espacio para máquina de escribir, asientos sin respaldo o reposabrazos, ni hablar de ergonomía…
Gracias a la innovación aplicada en el mobiliario de oficina, en la actualidad esto ha cambiado, ¡y mucho!
La funcionalidad y el diseño van de la mano, creando mobiliarios idóneos para cualquier espacio. Ya no solo madera, sino que ahora el cristal y el metal se combinan creando mobiliario vanguardista, con aplicaciones modernas o diversidad de tonalidades.
Espacios de trabajo: nueva concepción abogando por la productividad.
Antes era habitual ver mesas independientes donde cada empleado hacía su trabajo.
Antes era habitual ver mesas independientes donde cada empleado hacía su trabajo. Ahora, desde hace tiempo, se opta por mesas colaborativas donde varios empleados ejercen su labor. ¿El resultado? Un espacio más optimizado gracias al diseño de oficinas que favorece la comunicación y la cooperación.
Además, lejos de paredes o biombos, las mamparas de cristal transparente se imponen en la separación y compartimentación de espacios, ayudando a dar más sensación de amplitud sin perder privacidad.
Orden: del caos al almacenamiento y paperless.
Cuando vemos una oficina de hace años, una de las cosas que más sorprende es el desorden. La falta de espacios de almacenamiento impedía el mantenimiento de un espacio de trabajo ordenado, apoderándose del caos.
Por el contrario, el diseño de oficinas actual impone el uso de estanterías y armarios, brindando soluciones de almacenaje adaptados a cada estancia. Esto se une a la cultura paperless, donde cada día se utiliza menos papel físico en orden a ser más sostenible. ¿El resultado? Orden garantizado.
Decoración: adiós a lo barroco y recargado, hola al estilo minimalista y creativo.
Tradicionalmente, un diseño de oficinas elegante y prestigioso era sinónimo de espacios recargados. A día de hoy, el gusto minimalista con toques divertidos y las líneas puras y orgánicas reinan en la decoración de oficinas.
Un claro ejemplo es la decoración de paredes. Mientras que antiguamente solo colgaban títulos académicos, méritos de la empresa o imágenes de sus fundadores, en la actualidad el arte llega a las oficinas en forma de vinilos, cuadros llamativos y modernos, sin olvidar detalles desenfadados propios de la cultura pop. ¡Cómo hemos cambiado!
Espacios de ocio: de ser un concepto impensable a ser un “must-have”.
Las zonas de ocio y relax son cada vez más frecuentes. Espacios para charlar, zona de cafetería o coffee point, salas donde ver la televisión, leer el periódico o incluso jugar a videojuegos…
Hacer más llevadero el día a día y la jornada de trabajo es una tarea clave del diseño de oficinas, que debe tener presente siempre el confort del usuario.
Conclusión: diseño de oficinas sí o sí.
Está claro que el tiempo ha pasado y las oficinas han evolucionado a pasos agigantados. ¿Ha sido este cambio a mejor? Sin duda, la respuesta es sí.
Zonas más amables, mejor adaptadas a las necesidades de los usuarios y preparadas para cualquier tipo de tarea del día a día. No cabe duda, el diseño de oficinas es un aliado para actualizar los entornos de trabajo y debe estar presente en todas las reformas de oficinas.
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Fuente de las imágenes: Office Snapshots, Unsplash, imágenes propias.