Cargando...¿Sabías que los edificios pueden enfermar? Pues sí, por extraño que pueda parecer, ¡es posible! El llamado “Síndrome del Edificio Enfermo” está reconocido por la OMS desde 1982 como una enfermedad que, como resulta evidente, afecta a los ocupantes de un edificio.
Debido a nuestro modelo de vida actual, pasamos la mayor parte de nuestro tiempo en interiores, como son las oficinas o los locales comerciales, por eso resulta imprescindible que los espacios que ocupamos cumplan con las características adecuadas. En el post de hoy hablaremos de los motivos por los que puede enfermar un edificio y qué medidas llevar a cabo para evitarlo. ¿Te quedas a averiguarlo? ¡Vamos allá!
¿Por qué «enferma» un edificio?
Cuando pensamos en un edificio enfermo lo más probable es que pensemos en uno antiguo, sin instalaciones tecnológicas, humedades, mobiliario viejo… Sin embargo, según la Organización Mundial de la Salud, aproximadamente un 30% de los edificios de obra nueva o rehabilitados tienen el Síndrome del Edificio Enfermo.
Los principales síntomas de este síndrome son de carácter leve y lo normal es que desaparezcan unas horas después de haber abandonado el edificio en cuestión. Entre otros síntomas, podemos identificarlo por: dolores de cabeza, sensación de fatiga, problemas de concentración, tos, irritación de garganta…
¿Y dónde están las causas principales que lo provocan? Pues en primer lugar está la calidad del aire interior, ya que si no contamos con un sistema de renovación de aire adecuado este puede resultar nocivo para la salud. También hay otros factores que debemos tener en cuenta, como son la iluminación, el ruido o la temperatura. En definitiva, la buena noticia es que sabemos cómo solucionarlo.
Formas de evitar que enferme nuestra oficina o local comercial.
Para poder evitar o remediar esta situación, lo primero que debemos hacer es identificar los motivos que la originan. Una mala ventilación, el uso de materiales que resultan tóxicos cuando nos exponemos a ellos de forma continua o de productos químicos para la limpieza y el mantenimiento pueden ser algunas de sus causas.
Si nuestra oficina o local sufre del Síndrome del Edificio Enfermo, o si queremos evitar que esto llegue a suceder, hay algunas cosas que podemos hacer. A continuación, os dejamos algunos consejos que esperamos os resulten útiles.
Sistemas de ventilación
Si necesitamos combatir el Síndrome del Edificio Enfermo es fundamental que contemos con una ventilación adecuada en nuestra oficina o local.
La principal manera de mejorar los sistemas de ventilación es asegurarnos de tener ventanas que podamos abrir y cerrar ubicadas en varias áreas, así como evitar obstruir con mobiliario o decoración las entradas y salidas de aire, para permitir que este circule de forma adecuada.
A veces, por la distribución del espacio, o por su ubicación, no es posible obtener una ventilación adecuada exclusivamente de forma natural. Por eso, el uso de sistemas de ventilación mecánicos puede ayudarnos a conseguirlo.
En Solida Equipamiento Integral tenemos experiencia poniendo a punto los sistemas de ventilación y climatización en oficinas.
Iluminación óptima
Ya hablamos en otro post acerca de la importancia y el efecto que tiene la iluminación en el bienestar y la productividad de los empleados, pero es un tema que nunca está de más recordar. Y es que la luz nos permite ver y desarrollar nuestras tareas con normalidad, pero un exceso de intensidad puede ser igual de nocivo que la falta de luminosidad.
Lo más importante que debemos tener en cuenta sobre cómo iluminar nuestro local u oficina es la distribución de la iluminación, priorizando la iluminación natural siempre que sea posible y adaptándola a las necesidades de cada espacio. Además, los sistemas de regulación de intensidad pueden ser muy útiles y dan a los usuarios flexibilidad para controlar la iluminación según lo que les haga falta.
Materiales sostenibles y naturales
Cada vez es más habitual el uso de materiales naturales en el diseño de oficinas o locales, como alternativa a los materiales tradicionales. Y es que estos, además de ser sostenibles, no resultan dañinos ni tóxicos si estamos expuestos a ellos de forma constante, rompiendo así con una de las causas principales del Síndrome del Edificio Enfermo.
Entre los materiales más habituales podemos encontrar la madera, tanto en mobiliario estándar o a media, como en suelos y panelados. Es importante evitar el uso de barnices con tóxicos y sustituirlo por otros naturales o aceites. También podemos usar piedra natural, barro cocido o yeso natural, en función de la estética que busquemos aportar al espacio. Además, estos materiales resultan muy prácticos como revestimientos de paredes, ayudando a absorber la humedad.
La pintura fotocatalítica puede ser nuestra gran aliada, pues ayuda a absorber y eliminar la contaminación del aire interior, lo que, combinado con un adecuado sistema de ventilación, nos asegura tener una calidad de aire interior óptima.
Zonas de descanso
Igual de importante que todos los puntos anteriores es contar con áreas de descanso donde los trabajadores puedan relajarse y desconectar de sus tareas para poder recargar las pilas. Con esto nos aseguramos no solo evitar la fatiga y la falta de concentración, sino que es una manera de aumentar la productividad, especialmente en aquellos momentos del día hacia el final de la jornada en que estamos más cansados.
Lo óptimo es que estas zonas tengan acceso al exterior, para poder movernos y respirar aire exterior, así como una iluminación suave y equipamiento adecuado para poder descansar.
Conclusión.
Ahora que ya conoces un poco más sobre el Síndrome del Edificio Enfermo esperamos que estos consejos puedan resultarte útiles, incluso si no percibes ninguno de los síntomas, y que te sirvan para poner a punto tu oficina o local si lo necesitas.
¿Reconoces alguno de los síntomas en tu local u oficina? ¡Nosotros te ayudamos a rehabilitarlo y ponerlo a punto!
Cuenta con nuestro equipo para reformar tu oficina o reformar tu local.
Fuente de las imágenes:
Imágenes propias, Unsplash, Pexels