La adaptación del espacio, no solo ha de llevarse a cabo en función de las necesidades de la actividad. Es primordial adaptar la oficina principalmente a las necesidades que pueden tener los trabajadores.
Nuestro espacio de trabajo ha de ser como una segunda casa para ellos, puesto que cuanto más cómodos se sientan, mejor será su rendimiento y productividad y ayudaremos también a preservar sus salud. Para conseguir esta adaptación al usuario, es necesario que sus puestos de trabajo cumplan con una serie de requisitos básicos, los cuales te mostramos a continuación.
Mobiliario de oficina ergonómico
Es imprescindible llevar ofrecer a tu plantilla mobiliario de oficina con características ergonómicas. Cada trabajador tiene una complexión física distinta, por lo que cuanto más adaptable sea el mobiliario, mayor comodidad conseguiremos entre los trabajadores.
Iluminación adecuada
La iluminación es un factor que incide de forma directa en el rendimiento y salud de los trabajadores. La cantidad, tipología e intensidad de la luz que implementemos en la oficina puede conllevar efectos negativos. Utiliza luz natural en la medida de lo posible e ilumina de forma adecuada las zonas de los puestos de tus empleado y evita fatiga, cansancio, disminución de la productividad y problemas de visión.
Regula la temperatura
Este suele se un tema de disputa entre los trabajadores debido a las diferentes necesidades térmicas. Es importante al menos no superar temperaturas mínimas y máximas en el espacio de trabajo, ya que esto supondría un factor que, aparte de generar incomodidad, puede provocar enfermedades y mermar el rendimiento.